El Gobierno británico ha anunciado que realizará controles fronterizos de importación a los productos procedentes de la Unión Europea, una vez que finalice todo el proceso de transición del Brexit, el próximo 31 de diciembre, según ha indicado la entidad esta semana.
De modo que, los operadores logísticos tendrán que presentar declaraciones de aduanas y adaptarse a los controles de mercancías, los cuales se integrarán con el objetivo de fomentar la seguridad fronteriza, contar con una posición más robusta de cara a negociar futuros acuerdos comerciales y cobrar los derechos de aduana, IVA e impuestos especiales en condición del flujo que se establezca.
Asimismo, la medida se basa en el principio de reciprocidad, ya que la Unión Europea ha anunciado que hará cumplir los controles de los productos que ingresan a la zona euro. Como efecto rebote, Reino Unido ha decidido aplicar sus propias reglas para los productos de importación.
Se estima que los controles tendrán su parte negativa a la hora de realizar los envíos entre ambas zonas económicas con rapidez. Por lo tanto, se espera que se regule el procedimiento definitivo en un acuerdo de comercio futuro. Entre las medidas que deberán tomar los operadores de comercio exterior, las autoridades británicas recomiendan el uso de un número de Registro e Identificación de Operador Económico (EORI).
Debido a que Francia es uno de los países de la Unión Europea que más relación tiene con el mercado británico, el país ha decidido preparar un nuevo sistema aduanero inteligente para el Brexit. La incertidumbre no exime de que los países que conforman el viejo continente planifiquen distintas posibilidades para afrontar un Brexit duro.
